ESE EXTRAÑO CUARTITO AZUL

En el profundo despertar de la adolescencia, surgen amistades, miradas eléctricas, vivencias; infinitos días de banalidad y aglutinamiento. Como las semillas de lino que, regadas con un chorro de agua hirviendo (el colegio), al cabo de pocos instantes se babean y pegotean entre sí.
En esta nouvelle o cuento largo (con múltiples finales incluidos) Anahí Ferreyra ofrece una depurada y precisa reflexión acerca de esta época, inevitable por cierto, de la vida.
Una pizca de parada en la placita, dos de precocidad que pervierte, historia desconocida del piberío, son sólo algunos de los condimentos que hacen de Ese extraño cuartito azul un guiso de hormonas en ebullición y pelos que recién ven la luz mezclado con padres que hieren, hablan demasiado. Un guiso, por cierto, muy porteño y caliente.

Martín Schencman, escritor y cocinero