|
||||||||||||
Ayotzinapa es la historia de lo imposible, el nombre del horror, pero también el de la reacción ante lo intolerable. La noticia de los ataques a los normalistas, con su saldo de muertos y desaparecidos, despertó una corriente de indignación dentro y fuera de México que rompió el estado general de indiferencia y puso freno a la impunidad organizada por el gobierno de Peña Nieto. Los gobiernos estatal y federal hicieron correr información falsa e inventaron una versión de los hechos que ocultaba la participación de sus funcionarios al tiempo que trasladaba la responsabilidad a las víctimas. Contra estas mentiras fue escrito Una historia oral de la infamia.
Una historia oral de la infamia, dijimos, pone en juego un modo concreto y eficaz de articulación de investigación e intervención política. Investiga un hecho “policial” que no es menos político que periodístico: un ataque directo a las clases populares que se organizan y resisten las políticas neoliberales que ininterrumpidamente (mal)gobiernan México desde hace casi cuatro décadas.
Sin paternalismo Gibler consigue dar cuenta de un entramado organizativo y comunitario y de un conflicto social por demás opaco. Con minuciosidad y calidad narrativa desarticula el engaño con el que el estado intentó perpetuar la impunidad. Para ello no apela a argumentos ni a explicaciones, ni a opiniones ni comentarios. Lo oral suplanta la escritura: la voz del autor/narrador es desplazada a un cierto afuera del texto, al “decorado” de los epígrafes, dedicatorias y agradecimientos; o reducido a algunos datos básicos sobre los hechos, las fuentes o el método de trabajo. Y en su lugar funciona, ininterrumpida, una multiplicidad de voces que van contando lo vivido, tramando la sucesión de sensaciones y hechos. El trabajo del escritor consiste, así, en escuchar –que es mucho más difícil y central de lo que parece–, en reconstruir la cronología de los hechos, en encontrar en las voces de los protagonistas la “verdad policial”. Pero también la profundidad de los sucesos, y la diversidad de tonos y matices en juego. He aquí un modo de “escritura” que hace de las historias y testimonios un texto vivo, cargado de sentido, empático y movilizador. De ahí que no pueda hablarse de una oralidad pura, sino sometida al trabajo de reescritura y montaje orientado por hipótesis políticas.
La cuestión no pasa, entonces, por esta no intervención del autor, porque “les de voz a los sin voz”. Ni paternalismo ni demagogia. El investigador político, en cambio, interviene de un modo muy delicado y elaborado de modo tal que consigue hacer de los testimonios un texto; y del texto un arma de autodefensa contra las falsedades del Estado, garante primero y último de la injusticia, además de coejecutor de la masacre. Fuente: http://anarquiacoronada.blogspot.com.ar/2016/09/ayotzinapa-historia-de-lo-imposible.html
|
Títulos que tal vez le interesen
|
|||||||||||
* Precio expresado en pesos argentinos (ARS). No incluye gastos de envío y/o impuestos que apliquen en cada destino.
** Precio expresado en dólares americanos (USD). No incluye gastos de envío y/o impuestos que apliquen en cada destino.
|